Nonada es un sello editorial de Ediciones Vestigio fundado en 2020 enfocado en publicar libros de poesía brasileña en ediciones bilingües portugués-español, con un logo diseñado por Nathalia Vecino. El nombre de esta colección es en honor a la genial obra de João Guimarães Rosa y su novela insignia, Gran Sertón: Veredas.
Nonada 1. El espejo no cuenta secretos – Espelho não conta segredo. Laura Liuzzi.
Traducción de Diego Cepeda. Portada y contraportada de Nathalia Vecino.
Cada uno de los versos de Laura Liuzzi surgen de la contemplación, de borrar el límite entre el yo poético y el entorno. Su lectura nos guía a través de imágenes, momentos y sensaciones que invitan a un constante descubrimiento, a un mundo en el que el paisaje se acomoda al pensamiento y surge desde allí, veloz, fragmentado, garabateado. En esta antología, que incluye poemas de Talón (2010), Desajuste (2014), cosas (2016) y algunos poemas dispersos, las cosas no dejan de ser también lo que son, así las metaforicemos. Encanto de la poesía. Encanto del mundo.
Nonada 2. Un objeto afilado – Um objeto cortante. Alexandra Maia.
Traducción de Jerónimo Pizarro. Portada y contraportada de Nathalia Vecino.
En este libro, la poeta Alexandra Maia toma la fuerza de lo femenino para esculpir las palabras y transformarlas en un cuchillo. Un cuchillo que corta certero, que garabatea imágenes con la delicadeza necesaria para ubicar al lector en un hilo suspendido y equilibrado por la autora con maestría. Alexandra tiene una relación estrecha con las palabras y las moldea en un cuerpo robusto, encarando la vida en su complejidad, entre cercanías y distancias intensas. Los poemas de este libro demuestran a una lectora sagaz e inventiva, que se apropia de la tradición poética brasilera y la adapta a la realidad de su escritura, manteniendo a su modo fuerza y delicadeza. En estas páginas hay una sonoridad que nos hace pasar las páginas, un eco de Adélia Prado y de Carlos Drummond de Andrade, entre otros, un mosaico de referencias que, junto al estilo propio de Alexandra, crean un universo pictórico único que nos invita a zambullirnos en él.
Nonada 3. Historia natural – História natural. Marília García.
Traducción de Diego Cepeda. Portada y contraportada de Nathalia Vecino.
La poesía de Marília Garcia nos muestra una poética de la deconstrucción. Cuestionando la teoría y el significado del lenguaje, sus versos desubican al lector, lo llevan a través de pasajes de letras y de experiencias. ¿Qué es la poesía? ¿Qué se pierde al traducirla y llevarla a otro idioma? ¿Con quién habla el poema? El poema como poética de sí mismo, como resultado de corte y repetición. La escritura de esta poeta hace boquetes en el espacio y en el tiempo a través del cual nos guía, nos acompaña con sus recuerdos y las imágenes que nos anclan a ellos. En esta antología personal, que incluye poemas de 20 poemas para tu walkman (2007), un test de resistores (2014), cámara lenta (2017) e inéditos, el lenguaje se vuelve metafísico, creando una nueva poesía a través de loops, desplazamientos y montajes.
Nonada 4. La vida submarina y otros poemas. Ana Martins Marques.
Traducción de Jerónimo Pizarro. Selección de Alexandra Maia y Jerónimo Pizarro. Portada y contraportada de Nathalia Vecino.
Ana Martins Marques hace llamas e ilumina al frotar sus versos unos con otros. Su poesía, en la que la palabra es capaz de todo, muestra una sensibilidad para poder transformar aquello que nos rodea en materia de poema: todo puede crecer en el espacio del verso, en que el amor y el desamor se unen a la lingüistica y la traducción. En esta, una antología que recorre la obra poética de una de las voces más celebradas de la literatura brasilera, nos encontramos ante una escritura capaz de saltar el abismo de la página en blanco y escribir líneas que, como dice Alexandra Maia en su posfacio, crean «poemas susurrados al borde del oído (¿o será del corazón?) que dan nuevos contornos a nuestro desasosiego y a las incertidumbres de la vida».
Nonada 5. Distraídos venceremos y otros poemas. Paulo Leminski.
Traducción de Jerónimo Pizarro. Selección de Alexandra Maia y Jerónimo Pizarro. Portada y contraportada de Nathalia Vecino.
Es imposible pensar la poesía brasilera sin mencionar a Paulo Leminski, samurái malandro que con sus versos transformó el género en la segunda mitad del siglo XX. Su poesía juega con la libertad del lenguaje para crear silencios y formas breves, bebiendo de lo coloquial, de la poesía concreta y marginal, para crear así un poema en que el juego, el humor, el amor y la vanguardia se unen. Esta antología recorre la obra poética de uno de los escritores más importantes de la literatura brasilera, en la que, como dice Leyla Perrone-Moisés en su epílogo, «sus vivencias de beatnik cholo y su filosofía de malandro zen son depuradas en el crisol del lenguaje hasta alcanzar la cifra exacta».
Nonada 6. Pequeños funerales. Pequeños funerais. Hilda Hilst.
Traducción, selección y epílogo: Max Hidalgo Nácher.
En medio de cantigas, baladas, odas y funerales cantables, esta edición bilingüe de Hilst revela un especial cuidado por el sonido y el sentido de las palabras de la autora, por la materialidad de cada uno de sus versos. Con la fuerza de su lenguaje, Hilst logra evocar un estado intermedio entre la penumbra y el resplandor, sobre el que derrama una nueva luz. La fuerza trascendente contenida en los poemas de esta antología transmutan los conceptos de vida y muerte, y convierten el deterioro de la materia en una celebración de amor.
Nonada 7. Palabra desorden. Palavra desordem. Arnaldo Antunes.
Traducción, selección y prólogo: Ivana Vollaro y Reynaldo Jiménez
Palabra desorden es mucho más que un libro: es una cosa con volumen, textura y duración, un objeto no identificado que nos hace pensar en el juego inherente a la creación poética y a la caza de etimologías detrás de las palabras y las tipografías. Arnaldo Antunes, que irrumpió en el mundo brasilero con las bandas Os Titãs y Os tribalistas, ha trabajado como poeta, músico, performer y artista de la palabra, pero su trabajo va mucho más allá: es un fugitivo que huyó de todos los zoológicos institucionales para propiciar el surgimiento de criaturas poéticas, un personaje que se ríe de manera constante en su ejercicio de creación.